martes, 2 de junio de 2009

Ser referee

por Tulio Marchetto

Después de haber pasado un tiempo considerable, me dispuse finalmente a escribir estas líneas, las que le había prometido a Leonardo, con el humilde objetivo de que quienes la lean, comprendan al menos lo complejo que es ser referee de rugby, y más aún en un país sub – desarrollado, en el que no percibimos un sueldo por dicha actividad ( por cierto muy bien remunerada en Europa y las islas del pacífico)

lo que a mi respecta, tengo 19 años ( y en teoría un largo camino por delante en el referato), estudio ( derecho o leyes, como quieran llamarle) y tengo un pequeño trabajo y vivo con mis padres. El no tener una familia a cargo me permite entrenarme al menos cuatro días de la semana, y recorrer los 55km que separan mi ciudad ( La Plata) de la ciudad de Buenos Aires ( o Capital Federal ) cada lunes para asistir al curso que dictan en la Unión de Rugby de Buenos Aires.

Los cursos son enviados en cuanto a contenidos y formas de dictarlos, directamente por la IRB , aunque los profesores son referees más experimentados que nos enseñan sólo porque aman lo que hacen, ya que ellos tampoco perciben un sueldo por eso. A partir del segundo nivel es posible que algún participante lo repruebe y deba rehacerlo al año siguiente.

En lo que respecta al entrenamiento la Asociación de Referees de la Unión de Rugby de Buenos Aires (ARURBA), nos brinda las instalaciones de un club ( ubicado en la ciudad de Buenos Aires) y además nos da la posibilidad de concurrir de manera gratuita a cualquier sucursal de una cadena de gimnasios muy importante en nuestro país. De más está aclarar que nos permite tener acceso a herramientas para sancionar a los clubes o jugadores/espectadores que nos agredan o no respeten nuestras indicaciones, etc. Nosotros elevamos un informe con el hecho particular y luego la Comisión de Disciplina resuelve la sanción o no a la institución o persona que corresponda.

Hasta aquí todo parece sencillo, pero los problemas más graves que atravesamos los referees ( sobre todo los q como yo somos inexpertos) es el dejar fuera de la cancha las turbaciones que traemos productos de nuestra vida sentimental o laboral o de cualquier índole. Es muy difícil estar sereno dentro de la cancha cuando a nuestros “fantasmas ” se le aditan los gritos de afuera, más algún jugador nervioso por demás, y es precisamente allí donde el partido “se va de las manos ” . Leonardo en un post anterior mencionaba este tema de la capacidad psicológica del referee, y es una gran verdad, pero creo que a cualquiera le puede pasar en algún momento este acontecimiento que mencioné, es por eso que desde la ARURBA , nos recomiendan trabajar con un terapeuta que además pueda ayudarnos en el aspecto exclusivamente deportivo.

Otro factor que influye, muchas veces en contra es el de la autoexigencia, tal vez por el miedo a equivocarnos realizamos u omitimos alguna acción que al terminar el partido, nos damos cuenta que estuvo mal, la experiencia (poca) recolectada me llevo a la conclusión de que a veces es conveniente dejarse llevar por un impulso y no razonar cada acto porque es allí donde tal vez más nos equivocamos.

Para finalizar, por ahora, quiero realizar una especie de conclusión, el oficio de referee tiene muchas cosas que pueden desgastarnos, la presión, el deber estar entrenado, el deber equivocarnos lo menos posible, etc. Pero tiene también cosas maravillosas, como el sentirnos autor de un try al dar una ventaja que el público no desea, el compartir con extraños (hasta el momento) un tercer tiempo y quedarnos hablando de cualquier cosa durante horas, pero por sobre todo nos hace ver que clase de persona somos, porque al entrar a la cancha tenemos un contrato en blanco en la mano y al salir de ella hemos completado a lo largo de los 80 minutos si queríamos ser el protagonista que se lleva todas las miradas ( todo lo que un referee no debe hacer), o si hemos optado por ser un actor de reparto que sólo colaboró a que la obra se lleve a cabo gracias al gran trabajo de los verdaderos protagonistas (los 30 jugadores).
FUENTE: MI BLOG DE RUGBY

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